Cómo Manejar los Berrinches a la Hora de Comer: Guía para Familias

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La hora de la comida puede ser un momento tanto de unión como de estrés para muchas familias, especialmente cuando se trata de niños pequeños y sus frecuentes berrinches. A continuación, te ofrezco algunas estrategias efectivas para convertir esos momentos tensos en oportunidades para enseñar a tus hijos buenos hábitos alimenticios y de comportamiento, respaldadas por literatura y expertos en el tema.

1. Establece una Rutina Consistente

Los niños prosperan con la rutina. Tener horarios fijos para las comidas ayuda a los pequeños a saber qué esperar y a sentirse seguros. Referencia: Según Daniel Siegel y Tina Payne Bryson en su libro “El cerebro del niño explicado a los padres”, la predictibilidad de una rutina diaria ofrece a los niños un entorno de aprendizaje óptimo.

2. Crea un Ambiente Tranquilo

Minimiza las distracciones durante las comidas. Apaga la televisión y guarda los dispositivos electrónicos. Un ambiente tranquilo y sin interrupciones favorece la concentración en la comida y la conversación familiar, reduciendo la probabilidad de berrinches. Referencia: En “Mindful Parenting”, los autores Kristen Race y otros destacan la importancia de crear espacios libres de distracciones para promover el bienestar emocional de los niños.

3. Involucra a los Niños en la Preparación

Cuando los niños ayudan a preparar la comida, están más interesados en comerla. Puedes dejar que elijan entre opciones sencillas, como seleccionar las verduras para la ensalada o mezclar ingredientes. Referencia: El libro “The Montessori Toddler” de Simone Davies explica cómo las tareas prácticas fomentan la independencia y el interés en actividades cotidianas como la comida.

4. Ofrece Opciones Limitadas

Demasiadas opciones pueden abrumar a los niños. Ofrece dos o tres opciones saludables para que sientan que tienen un control sobre lo que comen sin que la elección se convierta en una fuente de estrés. Referencia: Este enfoque está respaldado por el trabajo de Barry Schwartz en “The Paradox of Choice”, donde discute cómo menos opciones pueden aumentar la satisfacción.

5. Mantén la Calma

Si surge un berrinche, es crucial que te mantengas calmado/a. Responde con voz suave y tranquila, mostrando a tu hijo que estás allí para apoyarlo, pero que los comportamientos negativos no afectan las reglas de la mesa. Referencia: En su libro “No-Drama Discipline”, Siegel y Bryson explican cómo mantener la calma ante los conflictos puede enseñar a los niños a manejar sus emociones de manera más efectiva.

6. Utiliza el Refuerzo Positivo

Elogia a tu hijo cuando muestre buen comportamiento en la mesa. Un “me gusta cómo estás comiendo hoy” puede ser un gran incentivo para que continúe comportándose bien. Referencia: La investigación de Carol Dweck en “Mindset: The New Psychology of Success” respalda el uso del refuerzo positivo para motivar y fomentar la resiliencia en los niños.

7. Comunicación Clara de Expectativas

Habla con tus hijos sobre lo que esperas de ellos durante las comidas. Asegúrate de que las reglas sean claras y consistentes. Adapta tu lenguaje para que sea comprensible para su edad. Referencia: “How to Talk So Kids Will Listen & Listen So Kids Will Talk” por Adele Faber y Elaine Mazlish es un recurso excelente para aprender técnicas de comunicación efectiva con los niños.

8. Sé Paciente

Los cambios de comportamiento toman tiempo. Celebrar los pequeños progresos y ser paciente con los retrocesos es fundamental para enseñar a los niños a manejar sus emociones durante las comidas.

9. Busca Ayuda Cuando Sea Necesario

Si los berrinches son extremadamente intensos o frecuentes, considera buscar la ayuda de un profesional. Un pediatra o psicólogo infantil puede ofrecer estrategias adicionales y apoyo personalizado.

Conclusión

Manejar los berrinches a la hora de comer requiere tiempo, paciencia y consistencia. Al implementar estas estrategias, no solo estarás reduciendo los momentos de estrés, sino también enseñando habilidades valiosas que tus hijos llevarán consigo a medida que crezcan.

 

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