Dejar a los bebés seguir su propio ritmo: Beneficios para su desarrollo y salud. Sentarse vs Sentarlo.
En nuestra sociedad, es común sentir la necesidad de apresurar ciertos hitos en el desarrollo de nuestros bebés. Queremos verlos sentarse, gatear o caminar lo antes posible, y muchas veces, en un esfuerzo por ayudarles, tendemos a intervenir. Sin embargo, es fundamental respetar el ritmo natural de cada bebé. ¿Por qué es tan importante que ellos logren estas metas por sí mismos?
El ritmo individual del bebé
Cada bebé es único, y su desarrollo motor sigue un ritmo que no debe forzarse. Sentar a un bebé antes de que esté preparado, por ejemplo, puede parecer una ayuda, pero en realidad puede interferir en su capacidad de desarrollar las habilidades motoras necesarias. Un bebé debe aprender a controlar su cuerpo, sus músculos y su equilibrio por su cuenta, ya que esto refuerza su autonomía y confianza.
Diferencias entre sentar al bebé y dejar que se siente solo
Cuando nosotros colocamos al bebé en una posición de sentado, estamos eliminando la oportunidad de que él trabaje activamente en desarrollar los músculos y la coordinación necesarios para llegar a esa postura. Al dejar que el bebé lo logre por sí solo, le damos la oportunidad de fortalecer no solo su tronco, sino también los músculos de la espalda, el abdomen y el cuello, esenciales para mantener el equilibrio y moverse de manera segura.
Beneficios para la salud de dejar que el bebé se siente solo
- Desarrollo muscular adecuado: Cuando el bebé se sienta por sí solo, está usando los músculos correctos para llegar a esa posición. Esto previene problemas posturales a largo plazo y ayuda a desarrollar la musculatura de manera simétrica.
- Autonomía y confianza: Alcanzar hitos como sentarse solo permite al bebé ganar confianza en sus capacidades, lo que impacta en su autoestima a medida que crece. Se sienten más seguros para explorar su entorno y probar nuevas habilidades.
- Prevención de sobrecarga: Forzar a un bebé a estar en una posición para la que no está listo puede causar tensión innecesaria en sus articulaciones y columna. Dejar que alcancen esa etapa cuando estén preparados reduce el riesgo de lesiones o molestias a futuro.
El papel del adulto: Acompañar sin intervenir
Como adultos, nuestro rol es acompañar el proceso de desarrollo del bebé sin interferir de manera directa. Esto significa proporcionarle un entorno seguro y adecuado para que practique sus habilidades motoras, pero sin forzar ninguna posición o movimiento. Los bebés son increíblemente capaces y, con tiempo y espacio, lograrán cada hito a su propio ritmo.
Conclusión
Permitir que los bebés desarrollen sus habilidades motrices de manera natural no solo es beneficioso para su salud física, sino también para su bienestar emocional. Respetar su ritmo, en lugar de apresurarlos, es una muestra de confianza en su capacidad innata para crecer y aprender. Como padres y cuidadores, nuestro papel es crear un ambiente seguro y de apoyo, y recordar que cada bebé tiene su propio tiempo y camino hacia el desarrollo.