INICIACION DEL LENGUAJE
El siguiente artículo sobre el lenguaje lo ha realizado nuestra Teacher Ana.
Son muchas las inquietudes en torno al lenguaje ya que posibilitar a los niños a este mundo mágico del lenguaje expresivo es darle mucho más que palabras.
Es sentirnos más seguros ante la vulnerabilidad de su silencio, es estrechar lazos, es comprender sus lágrimas y es descubrir lo que sus pupilas muchas veces solo sus más cercanos sabes descifrar.
Pero para ello hay que tener paciencia, es cierto que es muy bonito verlos expresarse y tener su primer repertorio de vocabulario básico.
Para cualquier especialista hay una ley fundamental “si hay comprensión no hay retraso” dentro de una franja de edad considerable, cada niño tiene su momento de madurez del lenguaje, y esto no tiene por qué implicar retraso o dificultades.
También es cierto, que hay una serie de hándicap que no les van a favorecer, por simples que parezcan, como es el uso continuado del chupete. Impiden sus posibilidades de expresión, propician posibles malformaciones bucales y por ello ocasiona a veces retrasos en la aparición del lenguaje.
Una buena alimentación, con ello quiero decir, que mastiquen, cosas duras blandas, que corten con los dientes, que sepan llevar de una lado a otro de la boca… que vaya ejercitando los músculos de la boca. Todo esto va a ayudar a que no tenga problemas a la hora de decir una doble rr, o una ll…
Enriquecer su vocabulario y sus posibilidades de interactuar, con frases cortas sencillas, pero sin utilizar infantilismos, hablarles con un vocabulario normal, ir explicándole el significado de las cosas, ¡¡¡les encanta!!! Pero sobre todo hablarles con unas pausas moderadas, pero no excesivas.
Si ya ha comenzado a decir algunas palabras ¡Hay que arrancarse!
Hablarle siempre mirándole a la cara, intentar que respondan o pidan las cosas por medio de las palabras (aquí hay que acordarse de cuando aprendieron a gatear o a andar que lloraban por cada paso solo que daban y le decíamos venga, venga, y no los cogíamos, pues igual, hacer un poco de tripas corazón, porque ellos van a tender a señalar como están acostumbrados).
Una vez que ya tienen su vocabulario no corregirles, felicitarles.
Con las palabras que dicen mal, simplemente repetirlas nosotros bien, pedirles ayuda como por ejemplo “me ayudas a que diga en voz alta…., me ayudas a comprar …”
Intentar darle su tiempo, no responder por ellos.
Y sobre todo hacer muchos juegos con la lengua y con los mofletes, pedorretas, sacar la lengua moverla, ponerla en el paladar, tumbados en la cama, bocabajo, boca arriba, para que la lengua llegue a diferentes puntos de la boca, hacer pompas de jabón, soplar, beber con pajita,…
Sin presupuesto olvidar el fomento a la lectura, la riqueza que da leerles cuento y ayudarles a imaginar por si mismo.